miércoles, 16 de abril de 2025

Despedida de los prerrafaelitas: ¿Han sido históricamente minusvalorados en la historia de la pintura europea? 

Una última entrada sobre un tema al que dediqué tanto tiempo, y tanto me llenó.

Prerrafaelitas de ayer... ¿y de ayer?

Durante quizá dos o tres años, dediqué mucho tiempo a los prerrafaelitas, artistas que conocía un poco de oídas, y no pocas de sus obras por haberlas visto en un sinnúmero de páginas webs, pero también como motivo principal en camisetas, portadas de libros, revistas y hasta cojines. Así que me decidí a sumergirme en la vida y obra de aquella gente de la que por sonar, no me sonaban ni sus nombres. Y para cuatrocientas páginas de word me han dado, una vez que he pasado la casi totalidad del blog a ese programa, consiguiendo un total de diez archivos, y más de dos mil hojas.

Pero hoy en día, ¿qué es lo que queda de ellos? No me extenderé mucho sobre ello, pues esto no deja de ser una un poco triste despedida, pero como ya comenté en la entrada anterior, no es que tenga ya ni ganas ni tiempo para dedicárselo al blog. Además, o un blog se transforma en otra cosa, en una web profesional -como "El blog del cine español", o "El antepenúltimo mohicano"-, o acaban muriendo de inanición. Hoy en día, la letra escrita, incluida la de internet, ha acabado dando paso a la imagen. Y si no, sólo ver el éxito de Tic Toc, Instagram, etc.

La famosa "Ofelia" (1852) de Millais.

Como ya sabemos todos -los que lean esto, que no creo que sean muchos, seamos sinceros-, los prerrafaelitas fueron un movimiento artístico británico del ya lejano siglo XIX, cuya valoración ha ido variando a lo largo del tiempo. De hecho, ya en su época recibió críticas y fue motivo de controversias, pero también recibieron elogios y reconocimiento.

Su época de esplendor fue la segunda mitad del siglo XIX, aunque algunos todavía llegaron a conocer el siglo XX, aunque ya en esos tiempos fueron considerados poco menos que un anacronismo en el arte. Uno de esos anacronismos que todas las vanguardias deseaban barrer y hacer olvidar. Curioso, teniendo en cuenta que, según se mire, el prerrafaelismo fue en su momento una vanguardia y un movimiento artístico revolucionario. O al menos, lo intentó ser.

La Fiammetta -uno de los innumerables personajes de "El Decamerón" de Bocaccio- de Dante Gabriel Rossetti

La popularidad fue disolviéndose, a medida que primero los impresionistas, más tarde los simbolistas -que en su momento deseé que fueran la continuación de los prerrafaelitas a la hora de estudiarlos, uno por uno- y los post-impresionistas, y más tarde los expresionistas, cubistas, surrealistas, futuristas y todo tipo de -ismos, acabaron por eclipsar su popularidad de una forma tal, que pasadas un par de generaciones, ya casi nadie recordaba sus nombres.

Sin embargo, en ese mismo siglo XIX, pasado ya el tiempo, hubo un resurgimiento del interés e los prerrafaelitas, gracias en parte a la labor de críticos e historiadores del arte como Roger Fry y Kenneth Clark, lo que provocó que, poco a poco, la "historia oficial" de la pintura comenzó a reconocer la contribución de los prerrafaelitas a la historia del arte, y en particular del británico, y de su influencia en otros estilos, como el modernismo, pero también, pasado el tiempo, en el cine, la ilustración moderna, e incluso el cómic, además del diseño y la moda.

"Hilas y las ninfas", deWaterhouse. Él no fue parte de la Hermandad Prerrafaelita, pero sí fue un digno continuador y enriquecedor del acerbo prerrafaelita.

Así pues, hay que reconocer -al menos, así lo hago yo- al prerrafaelismo como uno de los movimientos artísticos más importantes e influyentes del siglo XIX, así como la pintura británica por excelencia, y sus obras se pueden ver tanto en museos, como en exposiciones y colecciones privadas -que por desgracia, no siempre están a la vista del público-.

Y por último, reconocer el impulso que internet y las redes sociales le han dado al movimiento prerrafaelita, y los autores y obras que lo forman -lo digo en presente, pues si bien todos sus miembros murieron hace ya mucho, su obra sigue viva-. Y si mi blog ayudó a ello, aunque fuera poco -sí, vale, muy poco realmente-, pues ya está bien.

¡Larga vida a los prerrafaelitas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario