miércoles, 16 de abril de 2025

Un broche final: se acabó lo que se daba, y se cierra el blog. 

O al menos, eso parece, que nunca se sabe...

Bueno, pues todo lo que empieza, acaba. Ya dije que no he tenido mucho tiempo, pero tampoco demasiadas ganas en continuar con el blog. Además, hoy en día, con Inteligencia Artificial y todo tipo de webs, además de Wikipedia, blogs como el mío ya quedaron anticuados. Pero aún así, me sabía mal finalizarlo sin más. Al menos, merecía un final.

Realmente, aunque ya resulte casi imposible encontrarse con alguna de las entradas del blog, se busque lo que se busque, yo decidí, por si hasta el autor no podía entrar en él, pasar casi todo el material a word, llegando a crear no uno o dos, sino diez archivos, de al menos doscientas páginas -el equivalente a otros tantos folios u hojas tamaño din A4-. Sólo eliminé, por ser word, los vídeos, los enlaces, alguna entrada que era puro relleno, algunos comentarios que hacían referencia a mi vida o a otras entradas, y mis propios relatos, pues los tengo -junto a otros, cortos y largos, finalizados o a medias- en otras carpetas de archivos.

El resto... un montón de información que quizá algún día repase -faltas ortográficas, frases mal redactadas...-, aunque ya en parte lo hice: busqué todas las fotos que se habían borrado solas, recuperándolas -le eché tiempo-, añadí otras nuevas con sus correspondientes pies de página, y algún párrafo nuevo. De hecho, estas tres últimas entradas también serán grabadas. Y lo que quede.

Así que ya no lo alargo más. Gracias a los que visitaron en algún momento el blog, siento haber aburrido a la gente, y reconozco que me lo he pasado en grande.

Aquí acaba, pues "La caída de Constantinopla".




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