Los prerrafaelitas (XXIX): el lenguaje secreto de las flores de la Época Victoriana, y el prerrafaelismo.
La forma en que los prerrafaelitas utilizaron el lenguaje floral de su época para comunicar. O simplemente para adornar sus obras.
En lugar de hablar de autores, hacerlo de sus obras, o de los detalles que se ven en ellas.
En este caso, debo decir que me he basado, y no poco, en un artículo de la web de temática artística "Hyperallergic" -para quien quiera entrar en ella, pongo aquí un enlace-, escrito por Allison Meier, en que se hablaba, al mismo tiempo, del lenguaje secreto de las flores de los tiempos victorianos -en realidad, no tan secreto, si ha llegado hasta hoy en día sin problemas, y si en su época era relativamente conocido-, y de cómo los artistas prerrafaelitas lo utilizaron en sus obras. En ocasiones, de forma clara, como parte de la historia que querían contar. En otras, como un detalle secundario, pero con sentido propio. Y en ocasiones, quizá, resulta difícil descubrir qué pinta tal o cual flor porque, simplemente, el autor le apetecía pintarla, sin más. Así pues, lo que parecen ser, simplemente, un embellecimiento floral, puede ser, también, un código que hay que saber leer, como mucha gente sabía hacer, cuando los artistas presentaban sus obras en público.
Aquí, pues, algunas flores, con un ejemplo de cuadro en que es retratada cada una de ellas, y el significado que tienen, y el sentido que podrían tener -no por fuerza- en la obra de la que forman parte:
En la esquina inferior del cuadro, en un vaso, se ve una amapola, que lo mismo puede significar imaginación y sueño eterno -¿la muerte?-, como el placer. Rossetti también escribió un soneto, pues también fue poeta, que acompañó al cuadro durante su presentación en público, donde se decía que la rosa -amor, en su sentido más amplio- y la amapola eran las flores preferidas de la joven retratada.
Otros significados podrían ser: el reposo -que no tendría por qué ser sinónimo de sueño-, y la tranquilidad, aunque Rossetti, seguramente, pensaba más en el placer y el amor que en la calma.

"Canción de amor", de Edward Burne-Jones, donde las flores son tantas, que muy bien podrían ser, básicamente, representación de la belleza, más que querer transmitir un sólo código en particular.
Amapola:
La acuarela "Lady Lilith" (1867), de Dante Gabriel Rossetti.
Otros significados podrían ser: el reposo -que no tendría por qué ser sinónimo de sueño-, y la tranquilidad, aunque Rossetti, seguramente, pensaba más en el placer y el amor que en la calma.
Vellorita, prímula, o flor de primavera:
"Las hijas de nuestro imperio: Inglaterra. La flor de primavera/ prímula" (1887), de Edwin Long. No se trataría, realmente, de un prerrafaelita, pero sí de un contemporáneo suyo, pues era un academicista tanto de temática bíblica, como orientalista, pero aquí usa la prímula -primrose, en inglés- para transmitir algo más que un simple adorno flora.

Narciso:
"Veronica Veronese" (1872), también de Dante Gabriel Rossetti. Se trata de un óleo sobre lienzo.

Flor del manzano:

Otra vez Rossetti -con toda seguridad, uno de los pintores que más y mejor conocía y usaba el lenguaje floral de la época-: "Una visión de Fiammetta", de 1878.
Margaritas:
La Ofelia de John Everett Millais (1852), fue, quizá, la primera gran obra del prerrafaelismo, y una de las más conocidas y representativas -también hoy en día-. La muerte de la protagonista, acogida, más que engullida, por la naturaleza.
Flor de espino:
"La seducción de Merlín" (1874), de Edward Burne-Jones, donde el mago parece engullido por las interminables y floridas ramas de espino, aparentemente inmunes a su magia.
Rosas:
Tambien de Rossetti, la sanguina "Jane Morris; un estudio para 'Mariana'".
Flor del azafrán:
"Venus y Anquises" (1890), de William Blake Richmond. Fue un pintor y decorador de corte academicista, con gran influencia del arte clásico y renacentista, que pudo admirar y conocer en persona durante su viaje de juventud por Italia.
Madreselva:
Dante Gabriel Rossetti, y su "Venus Verticordia" (1868).
Acónito venenoso:

Por último, de nuevo Dante G. Rosseti: "Ghirlandata", de 1873.
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