miércoles, 17 de abril de 2013

Novedades sobre la obra de Jaime Hernández.

Algunas cosas que se quedaron en el tintero a la hora de hacer una entrada dedicada a él, o que, simplemente, todavía no había descubierto.


Bien, después de haber dedicado al dibujante y guionista estadounidense de origen mexicano un post como Dios manda -o sea, extenso, lleno de ejemplos de su obra, y no sólo dedicándolo a la parte dedicada al cómic, sino también a todo tipo de ilustraciones-, es lógico que, en caso de descubrir nuevas historias suyas, o algunas viejas que se pasaron por alto, o algún que otro homenaje que se le tributa, se comente todo ello en una entrada nueva, más corta, pero que sirva de complemento a la anterior y principal. Hay va todo lo que he ido encontrando desde que la redacté -dejándome, sin duda alguna, más de una cosa interesante por allí o por allá-:


*Dios y ciencia: el retorno de las T-girls.

El nombre tal vez tenga su miga. La historia que se cuenta, también. Jaime Hernández siempre demostró que el cómic alternativo -o, en su versión más personalista, pero también más elitista, el "art comic", o como se le quiera etiquetar- y el de superheroes -también conocido como "de capas y capuchas", "de calzoncillos sobre los pantalones", y similares-, no tienen por qué estar reñidos. Una cosa es que a un lector de superhéroes, en principio, no le interese demasiado -o nada- otro tipo de historieta; o que los lectores del antiguo "underground" setentero, o su derivado, el alternativo de los 80 y 90 no sientan ganas de leerse ninguna historia de enmascarados varios, otra bien distinta, que no sea posible sentir atracción por ambas cosas a la vez. O que, al menos, aunque un tipo de historieta te tire más que la otra, te tengas que desentender, o más bien odiar, a la otra. En el caso de los europeos que también conocen -otra cosa es que les guste o no- el manga, el comic americano más antiguo o, simplemente, el trabajo de los autores del viejo continente, hace que el decantarse por un lado o por el otro pueda resultar todavía más difícil, porque sus afinidades van, al tiempo, por varios caminos.
Ya en muchas de sus primeras historias el personaje del superhéroe, como prototipo, se colaba a menudo, y era Penny Century, aparentemente una joven normal -por normal, se entiende, sin superpoderes, ni historias parecidas- la que más atraída se mostraba por ellos. Tanto, que soñaba que, por medio de la inmensa fortuna de su siniestro marido -el multimillonario Costigan, el de los cuernos en la cabeza, a modo de pequeño demonio mortal- le ayudara, por medio de la ciencia, a llegar a ser uno de ellos. Sin embargo, incluso en la parte más fantasiosa -o de CF- de la larguísima serie de "Las locas", nunca estuvo claro que los superhéroes, en su universo creativo, realmente existieran. Hasta que, finalmente, Jaime decidió coger el toro por los cuernos, y con todo el acerbo cultural propio, y su experiencia artística de décadas, decidió crear una auténtica historia de superhéroes -o, como resultaba lógico en un universo artístico tan femenino, de superheroínas- en los últimos números de la segunda época de su revista -y la de su hermano Gilbert/Beto-, la legendaria Love and Rockets.
Y así, realizó un serial de seis o siete capítulos -he leído la obra, pero ahora no recuerdo; además, tampoco sé exactamente donde empieza o acaba ninguno, a pesar de crear para cada capítulo, al menos en teoría, por no haber visto el material original, la portada imaginaria de una publicación de cómic también inventada-, que más tarde se publicó en forma de libro y con un final alternativo -o más bien algo alargado-. Y aquí, el mundo de Maggie Chascarrillo -que también participa, pero como personaje secundario, de mujer de cuarenta con una vida tranquila y asentada, y que ya no tiene ganas de juergas y amoríos pasajeros, y que, como mucho, se distrae leyendo tebeos, precisamente, de los personajes que, a su alrededor, son tan corpóreos y reales como ella misma- da paso a otro donde la fantasía, ya olvidada en los primeros tiempos del serial, vuelve con grupos de superheroínas de diversas generaciones -y con enfrentamientos y distintas visiones de la vida que también corresponderían a esa diferencia de edad- que se enfrentan a un dislate de historia, a un universo que parece haberse vuelto loca cuando, precisamente, Penny Century -que parece tan joven como las primeras ocasiones en que se asomó a una viñeta; algo que, por cierto, no pasa inadvertido al autor, que no duda en destacarlo- consigue ser una superheroína gracias, no a la ciencia, sino a una hechicera, que no puede evitar que las dos últimas hijas de Penny -una todavía niña, pero que logra llegar a la adolescencia en cuestión de días; la otra no-nacida, pero que, con un tamaño minúscula, acaba de soberana de un planeta poblado por una especie tan minúscula como ella... supongo que con semejante par de explicaciones, uno ya se imagina lo que se va a encontrar- acaben también adquiriendo superpoderes. Y para intentar aclarar todo lo que está pasando, será un personaje secundario, Angel Dare -si no voy equivocado, la ex-novia del hermano menor de Hopey-, la que, transformada también en heroína nocturna, acaba formando parte de un grupo de supuestas viejas glorias -las T-girls del título, que más adelante demostrarán que no lo son tanto-, con los que intentará poner un poco de orden en un sinnúmero de apariciones de otras mujeres de enormes poderes -o no tan enormes, pues sólo son "mucha fachada y poco fondo"-, buenas o no tan buenas, y, de paso, darle la vuelta al género superheroico de una vez por todas.
A mí, personalmente, las historietas de superhéroes nunca me han atraído demasiado, por no decir muy poco. En último caso, tal vez me atraería Supermán y poco más -algún personaje de la Marvel, como Iron Man; y el tener cierto interés por "gentes" tanto de la DC como de la Marvel, demuestra que no soy acérrimo interesado de ninguna de las dos editoriales, ellas dos, eso sí, muy "super" dedicadas a dicho género-. Eso no impide que tenga algún tomo y un puñado de tebeos sobre ellos, o que reconozca que también hay no poco, más bien mucho material interesante y agradable de leer en extremo, pero como ya se habrá visto, mis gustos son un tanto distintos. Eso sí, el mezclar lo que se podrían llamar "las dos almas del cómic norteamericano moderno" -y por moderno, es desde los años 50 hasta ahora-, la alternativa y la comercial-superheroica, tiene lo suyo. Y como soy seguidor del señor Hernández desde hace ya tiempo, no dudé en comprarlo y leerlo. Y para el que quiera imaginación, y un "más allá" muy "allá" de su universo creativo, esta es una obra muy recomendable, y que no aburre en absoluto. Eso sí, hay que leerla con mente abierta, y eso va incluso para los seguidores y fans varios del autor.
Y por último, la aparición de dos personajes muy poco conocidos de Jaime, pues sólo se pudieron ver, y de pasada, en sus historias más antiguas -que además, raramente eran del "universo locas", sino de personajes ya olvidados: Space Queen -una especie de reina estirada de origen extraterrestre que parece gustarle más vivir de rentas que moverse por nadie; porque por tener, hasta tiene mujer de la limpieza; y como todo prototipo de WASP norteamericana, aunque sea superherína y de otro mundo, dicha empleada de hogar tiene que ser, como no, mexicana... aunque, claro está, siendo también Jaime de origen mexicano, la buena señora demostrará ser algo bien distinto de lo que parece a primera vista; y Cheeta Torpeda -sí, hay alguien, aunque sea una persona imaginaria, con semejante nombre; y encima, hasta es pegadizo-, un androide en forma de mujer -¡y que mujer!- cuya enfrentamiento con una Penny Century tan poderosa como enloquecida -no vamos a decir el por qué; explicar demasiado hace que las cosas pierdan su gracia- no la deja, digámoslo así, en muy buen estado anímico.
Reunión del guepardo
El personaje del androide femenino Cheetah Torpeda, en una vieja historia de Rocky y Fumble, una gimnasta -y, raro a principios de los 80, heroína afro-americana- y su robot. La serie fue abandonada en la misma década, después de muy pocos relatos.


*Rocky y Fumble; Cheetah Torpeda y Space Queen.

Como más arriba se indica, estos son dos personajes de la primera -o casi primera- época de L&R, y no duraron más que unas pocas historias -seis, según pude contar en una web-, y fue abandonada a medida que Maggie y compañía iban acaparando protagonismo y espacio. Rocky va vestida como si fuera una joven -en principio, casi una niña- practicante de gimnasia artística -o rítmica, pues son deportes semejantes, pero distintos- y va acompañado por lo que aparentemente sería un robot, pero más bien se asemeja a una pelota que ha tomado vida propia. Como no he podido leer ninguna historia completa del personaje, pues nunca ha sido traducido al castellano, y resulta prácticamente imposible encontrar la obra en internet -se ha editado, junto a otras historias, en un volumen con trabajos de Jaime y Gilbert que no corresponden a sus dos grandes series, "Locas" y "Palomar", pero en inglés y para los USA; aquí, a no ser por importación, no creo que sea posible conseguirlo ni de casualidad-, así que se trata de opiniones "de segunda mano". Pero por lo que he podido imaginar, sería una historia de fantasía donde nunca se acaba de saber la parte que es real, y la que no es más que la fantasía de una joven aburrida de su vida normal. En este mundo, aparece el androide femenino Cheetha Torpeda, que también protagoniza alguna historia en solitario -en total, tres o cuatro historias-; Space Queen -o Space Girl-, que apenas aparece en dos, pero a quien se puede ver en varias viñetas de "Locas" -sobretodo, en fantasías de Rai con mujeres varias-, más bien parece una especie de "heroína superstar" que se divierte más luciendo tipo y tomando copas que haciendo heroicidades.

Cheetah Torpeda -en el centro, lanzando un rayo por los ojos-, junto a Rocky y Fumble -la chica sentada a su derecha, junto al balón-robot que está a su lado-.


*Unos cuantos homenajes e historias nuevas, a partir de su obra -algunas, bastante particulares).

-Del artista Ben Horak, autor de Fantagraphics, la editorial de las obras de los Hernández Bros. Aquí recuerda uno de los arcos argumentales más famosos de Hernández: "La muerte de Speedy", y crea una portada basada en la original.

 

 

-De la web "Comics Alliance" que, aprovechando que la DC ha sacado al mercado unos reboots -para entendernos, un nuevo comienzo de personajes ya clásicos, sin tener en cuenta lo sucedido en historias anteriores, y dándoles nueva vida con un estilo distinto-, hizo lo mismo, en parte como homenaje, y en parte como experimento, pero con clásicos del cómic más alternativo. O, al menos, que no fueran parte del mundo de "capas y enmascarados".


Y resumiendo lo que la web cuenta, como presentación de dicha nueva versión, el supuesto cómic -porque, realmente, no existe como tal-, el escuadrón de "Las Locas" -así, en español-, escapado de un hospital psiquiátrico, se encargarán de combatir a un ejército extraterrestre que pretende dominar la Tierra dejando sin voluntad a los seres humanos. Escuadron formado por Luba -armada con un arsenal de cohetes, voluptuosa y martillo en mano-, Mad-Maggie, y su amante lesbiana Hopey, y Penny Century -la experta en explosivos. Bien mirado, tampoco estaría nada mal que visión alternativa tendrían otros autores sobre personajes tan emblemáticos.

*El fanzine anterior al L&R original.

Love and Rockets (1981) 1En 1979 los Hernández Bros -los tres, incluido Mario- sacaron este fanzine totalmente artesanal -se cree que fueron unos 800 ejemplares; ni los mismos autores se acuerdan ya de ello. Allá se pueden leer algunas historietas que luego se podrían volver a ver -más o menos retocadas y mejoradas- en el posterior L&R. Entre ellas, "BEM", una historia de monstruos extraterrestres de grandes ojos saltones -eso es, lo que en inglés significa BEM- de Gilbert; Meca-X, de Mario -una proto-historia sobre Maggie la mecánica-; una historia sin título de Gilbert; y un relato de Jaime de lo más curioso "Cómo matar a...", que sería un artículo de una escritora de género negro de cómo inspirarse para escribir un relato de crímenes. La autora, cuyo nombre en ese momento no parece tener gran importancia, es el de casada, precisamente de Leticiz/Lizzi Ortiz, la amiga de Maggie, y casi hermana mayor suya, que acabará enloqueciendo en su extraño y gótico viaje al México profundo.


 *El hombre ghoul.

Este es un relato de pocas páginas, publicada poco menos que como obra de coleccionistas, en tapas naranjas y dedicada a las películas de monstruos de los años 30 a 50, y a revistas de relatos de terror, como Eerie, o Creepy -o Vampirella, con la legendaria vampira de traje imposible, aunque muchas veces, ésta ni aparecía, o sólo protagonizaba una historia de muchas-. Así que, al ser casi imposible encontrarlo en papel, el autor -y sus seguidores- han facilitado que se pueda encontrar en internet. Aquí, uno de las webs donde se puede encontrar la historia completa, con un pequeño comentario. Está en inglés -como en otros casos, creo que no se ha traducido nunca al español-, pero no hay mucho texto, y las imágenes dibujadas por Jaime hablan por sí solas. Por cierto, si alguien se extraña que el personaje sea capaz de hablar, pensar y sentir, que tenga en cuenta que un ghoul -o goulh, hay divesas grafías- no es un zombi, sino un personaje de la mitología árabe-semítica anterior al islam -y, tal vez, también al cristianismo-, sólo que no era un ser con aspecto humano, sino canino -más que un perro o un lobo, un chacal del desierto-, que se alimentaba de los muertos, vigilaba tumbas y cementerios, y que podía ser peligroso si se le molestaba; así que siempre era mejor dejarlo tranquilo, porque a pesar de su aspecto animal, era mucho más inteligente y astuto de lo que se podría uno imaginar.


La primera página de la historia, y un enlace para poder leerla.



*Browntown.


O "Pueblo Marrón". Se trata de una historia corta, de pocas páginas, donde se vuelve a la infancia de Maggie, y a su casi misterioso hermano -en realidad, son cuatro, pero aquí habla sobre todo de uno-, y el por qué, tal vez, de la rebeldía de una joven cuya personalidad, en principio, no parece encaminarla a estar en contra de todo. Quizá muchos piensen que ya no es posible explicar más sobre la vida pasada de Maggie, sobretodo de sus primeros años, pero la verdad es que su infancia no ha estado tampoco demasiado "aprovechada". En este caso, no hay -al menos, que yo sepa- ninguna web que permita leerla, al menos, en su versión original, pero todo se andará. Imagino que, antes o después, y cuando haya material suficiente, se podrá ver en España en algún tomo recopilatorio de la Editorial "La cúpula", que nos ha permitido descubrir gran parte del universo Hernández Bros.


El irascible padre de Maggie con la hermana de ésta, Esther -la novia del difunto Speedy, para aclararnos un poco- (arriba); y Maggie con uno de sus hermanos (abajo).

Y por último -¡sí, finalmente esto se acaba, y eso que iba a ser, en teoría, una entrada corta!-, un par de enlaces sobre los personajes de los Hernández. Hay más, pero no era cuestión de liar con la cantidad, así que elegí lo que encontré más interesante y atractivo.

-"Los bros. Hernández": Es precisamente lo que antes decía: una web dedicada, entre otras muchas cosas   -no son los únicos en ser analizados- a la obra de ambos autores, llena de dibujos, material de todo tipo, listado de personajes... de aquí he sacado bastante información -hay que ser sincero, y explicar las fuentes; aunque me he tenido que "patear" bastante internet para encontrarme con ciertas cosas, pero aquí hay muchas-. Para cualquier amante de la obra de Jaime y Gilbert, aquí encontrará de todo y más. Está en inglés, como no, pero para eso están los diccionarios y las traducciones -a veces demenciales, pero en bastantes ocasiones más que aceptables- del chrome y compañía.

-Todas las portadas de la primera época de L&R: Ya he dicho en alguna ocasión que las portadas de los Hernández bros. son parte de su obra, y seguramente, de lo mejor que han hecho. Teniendo en cuenta todo el tiempo que ha pasado desde que las realizaron, nos parecen más modernas y alternativas que nunca. Y a falta de una publicación formando parte de una recopilación de todo lo que aún está inédito, y debido a que aquí no se editaron las revistas -y, por tanto, no se pudieron ver en su momento-, no hay nada mejor que admirarlas en una web. Y teniendo en cuenta que internet, mal que nos pese, es el mundo de lo inestable, por si acaban desapareciendo de un día para otro, nada mejor que grabarlas en nuestro PC o en una memoria externa.
Love & Rockets 2
Una de esas portadas que tanto molan. Y nada mejor que verlas todas, seguidas y por orden de aparición.

Bueno, pues ya está. Me he hecho la entrada de un tirón, algo a lo que no estoy demasiado acostumbrado, debido a lo ocupado que normalmente estoy.
Así pues, hasta pronto. Espero. La próxima vez, supongo que volveremos con la CF francófona en su versión literaria, que da para más de lo que nos podamos imaginar. Más de lo que yo mismo imaginé, que pensaba que, con dos entradas tendría suficiente.


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