John Simmons, el pintor de hadas de a época victoriana.
Ilustrador victoriano romántico, interesado en el mundo feérico.
El país de las hadas en acuarela.
John Simmons (1823-1876) fue un artista que, en tiempos de la larga época victoriana, se ganó un nombre y gran estima por parte de sus contemporáneos. Él, en general, no pintaba cuadros épicos o de gran tamaño, ni fue un retratista de personajes importantes. Su temática, más bien, era claramente fantástica, con una influencia -estilística y espiritual- del romanticismo, aunque dicho estilo pictórico, y no sólo ello, también literario, ni estaba en su momento demasiado de moda -más bien tuvo fuerza en las cuatro primeras décadas del siglo XIX-, ni tuvo demasiado eco en Gran Bretaña. O más bien, sí que lo consiguió, pero en una época algo más tardía que en Francia o Alemania -entre 1850 y 1870 su luz casi se había apagado ya-, y con mayor influencia en la novela y la ilustración -precisamente, en las ilustraciones de la literatura fantástica británica-, que en la pintura a gran tamaño, o la poesía.
Simmons se dedicó, entonces, a desarrollar el romanticismo británico. Fue ilustrador, y pintor de miniaturas -o sea, de cuadros pequeños-, principalmente de acuarelas, dedicando su obra a representar el mundo de las hadas -mucho se hablaba, por cierto, de las hadas en aquella época; ¡hasta se hicieron fotos, trucadas, de niñas con hadas volando a su alrededor!-, y de los cuentos, tanto populares, como nuevas historias de la enormidad de escritores de la época victoriana. También ilustró obras literarias de autores populares, empezando por el más importante de la literatura en inglés, el mismo Shakespeare -"El sueño de una noche de verano", por ejemplo-. En realidad, Simmons desarrolló una temática muy habitual en el romanticismo, que siempre miró a la fantasía, tanto popular como literaria, y lo mismo ilustraba las obras de Shakespeare de temática más fantástica, como relatos populares, o de autores contemporáneos suyos. Además, con el tiempo, las hadas dejaron de ser, como los elfos, seres diminutos y de aspecto sólo vagamente humano, para ser más "adultos" -quizá, más cercanos a la visión que tenían de ellos los antiguos, o las gentes del Medievo-, y en el caso de las hadas, más "sexualizadas", más atractivas a la vista, como en otro tipo de obras, las diosas o semidiosas, o las heroínas de la mitología grecorromana. Obras como "La reina de las hadas", de Edmund Spenser, o "La violación de la cerradura" del poeta de los siglos XVII y XVIII Alexander Pope, posteriores a Shakespeare, en cierto modo, reclamaron nuevos autores, con nuevos estilos de ilustraciones, a las que tan habituados estaban los victorianos. Ilustraciones que no sólo gustaban, y mucho, a aquella gente, sino que hoy en día, siguen siendo igual de atractivas.
Varias ilustraciones de "El sueño de una noche de verano", de Shakespeare.
Simmons no fue extraño a esa sexualización, más bien al contrario. Sus obras acostumbran a ser uno o dos personajes -normalmente protagonistas, como Titania, la reina de las hadas- rodeados de follaje, y los personajes femeninos acostumbraban a ser tanto la gran mayoría de los retratados, como los más atractivos. En ocasiones, lo cual era algo raro teniendo en cuenta que algunas obras podrían ser consideradas infantiles, o al menos, juveniles, la protagonista aparece desnuda, o casi. Tal vez, aquellas hadas eran una vía de escape, bastante inocente por lo demás, de la represión sexual de la época, mucho más puritana y conservadora de lo que no pocos "neo-victorianos" y admiradores o interesados en la época podrían llegar a imaginar. Eso no impedía que el hada fuera, aunque de forma fantástica, una representación de la belleza femenina victoriana. O al menos, una de ellas.
También de la misma obra, un retrato de Titania, la reina de las hadas. Una parte importante de sus mejores ilustraciones corresponden a dicha comedia fantástica de Shakespeare, pintadas en la década de los 60 del XIX. A finales de los 90 del siglo XX, la Royal Academy le dedicó una exponsición.
"Un hada entre Convolvulus". Otro ejemplo de fantasía sensual y erótica con un hada de protagonista.
Fue uno de los pintores e ilustradores creadores del llamado "género de bosque idilico", que difícilmente se puede encontrar en la realidad -aunque él, como otros, en parte se inspiraron en la campiña británica-, y en ocasiones, tanto a Simmons como a otros artistas de parecido estilo, se les agrupó, o relacionó, con los prerrafaelitas, aunque él, como ya se ha dicho, era más bien un artista romántico, y si se le quisiera etiquetar de forma más exacta -algo habitual en el mundo anglosajón, además de las listas: las etiquetas-, se le podría considerar neo-romántico fantástico.
Simmons vivió en Bristol, donde fue elegido miembro de la Academia de Bellas Artes de la ciudad en 1849. Aparte de la fantasía, también realizó retratos, pero nunca logró, y tal vez tampoco buscó, hacerse un nombre como retratista de primer orden. Lo suyo era otra cosa, y no de este mundo.
"Titania durmiendo bajo la luz de la luna, protegida por sus hadas"
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