viernes, 7 de marzo de 2014

La ilustradora de las Diosas paganas: Emily Balivet.

Como novedad, un breve comentario sobre una ilustradora actual, dedicada a la representación de las diosas de la antigüedad, y algo más que eso.


Para variar, no sólo voy a hacer una entrada corta, sino también una dedicada a una persona viva -que no deja de ser, casi una novedad, dejando aparte a los autores de cómic, al escultor Plensa, y poco más-, y que se dedica, no a la pintura ni a la historieta, sino a la ilustración -realmente, sus creaciones son tanto dibujos comopinturas, siendo estas últimas las más numerosas, aunque no nos dan esta impresión; nos parecen ilustraciones más pequeñas de lo que realmente son, creadas con lápices, más que con pinceles-. 
Es difícil encontrar información sobre ella, al ser una autora poco conocida -realmente, yo me di con ella y su obra por casualidad, buscando ilustraciones para la entrada anterior, sobre Gilgamesh-, y como en internet se encuentran muchas cosas que, en un primer momento, pueden interesar, pero que si no se toma nota, se acaba volviendo casi imposible volver a encontrártelo por segunda vez, decidí hacer la entrada, más como una nota, que como una larga explicación. Bien, pues esta señora, natural del estado norteamericano de Vermont -conocido por ser la típica zona de Nueva Inglaterra rural, verde, llena de pequeños pueblos habitados por gente bastante abierta de mente, que hace su vida sin importarle demasiado ni las grandes ciudades, ni lo que sucede en el mundo, lleno de bosques, prados, y leyendas traídas por los antiguos inmigrantes británicos e irlandeses, o francófonos de Canadá-, se inspiró en los paisajes que vio en su infancia y juventud, y los que pudo disfrutar en sus estancias en Alaska, para reflejar la naturaleza no de forma realista, sino más bien mágica, colorista, cautivadora. Se ve claramente la influencia tanto del modernismo -el checo Mucha, sobretodo-, como de los británicos que formaron el heterogéneo y extraordinario grupo de artistas que fueron conocidos como pre-rafaelitas. Sin embargo, dentro de ese marco natural, o de antiguos templos o bibliotecas olvidadas faltaba algo: sus protagonistas. Y estas fueron, básicamente, diosas y mujeres de orígenes divinos o semi-divinos -sobretodo de la mitología celta o influidas por las leyendas sobre el rey Arturo y su tiempo-, acompañadas de brujas -o hechiceras, magas, o simples curanderas; lo de "brujas" fue, más bien, invento de los fanáticos e incultos habitantes de la oscura, o no tan oscura, Edad Media; aunque su persecución, realmente, empezó cuando acababa el Medievo y se vislumbraba el Renacimiento, y más allá-. Lo más interesante, es que su arte no sólo se puede disfrutar por internet, sino también conseguirse en forma de láminas o postales.

Pero mejor, enseñar aquí algunas de sus creaciones, y poner un enlace con su web, donde exhibe toda su obra.

Además de los pre-rafaelitas, se nota la influencia de los primeros pintores del Renacimiento.

Un rezo pagano bajo la luz de la Luna.
Una supuesta sacerdotisa pagana -¿griega, romana?; no, céltica-, pero con un look años 20.

Otra panorámica con influencias renacentistas.

Alfons Mucha, y los simbolistas.

Sacerdotisa de algún rito olvidado.


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