viernes, 15 de abril de 2016

Las fotografías de Emma Barton: cuando hacer fotos comenzó a ser un arte.

En la época Eduardiana, y con posterioridad, la fotografía comenzó a hacerse un espacio en el mundo del arte.


Pasemos de la pintura a la fotografía. Pero no de forma definitiva.

Aprovechando que hace poco que comenzó la primavera, y que aquí donde vivo, hace bien poco que la climatología acompaña al calendario, y que vi un par de fotografías por internet que me llamaron la atención, decidí indagar un poco quién era el autor o autora, y en qué época vivió, aunque por el estilo y el aspecto de las fotos en cuestión, pensé que debían ser de principios del siglo XX. Básicamente, anteriores al fin de la I Guerra Mundial. Y parece que acerté.
La autora, pues era una mujer -¡cuántas mujeres olvidadas con el paso del tiempo! Y a veces, ese tiempo se reduce a sólo unas décadas, no siglos, la británica Emma Barton -Emma Boaz Rayson, de soltera- nacida en una familia obrera de Birmingham en 1872, y fallecida en la misma ciudad, en 1938.
Empezó a interesarse en serio por la fotografía, y a conocer su técnica, y la forma de considerarla un arte -naciente, nuevo, aunque ya los primeros fotógrafos profesionales querían que sus retratos no fueran un simple trabajo o curiosidad, sino algo más- gracias al cuñado de su padrastro, que por el lejano parentesco, más bien sería un amigo. Comenzó haciendo fotografías de un pariente de su marido, el abogado George Barton. Se trataba de Dan Leno, un artista muy conocido en el mundo de las variedades y el teatro popular, aunque, tras conseguir el reconocimiento por su trabajo -algo raro, en una mujer-, comenzó a realizar retratos, y escenas de temática religiosa, pero también con la naturaleza como temática o marco.
Consiguió, entre 1904 y 1906, llegar a exhibir no sólo en Gran Bretaña, sino también en Francia, Estados Unidos y, sobretodo, Alemania, donde consiguió realizar exposiciones individuales. En Birmingham, su ciudad, logró realizar una gran exposición de 58 fotografías, lo cual, en aquellos tiempos, era realmente mucho.
Su primer premio lo consiguió en 1903, con "El despertar", y su primera exposición individual en la Royal Photographic Society -el equivalente fotográfico a la Royal Academy para los pintores y dibujantes-, donde consiguió ganar su premio. Pero recibiría muchos más, además de exposiciones que harían de ella la mujer fotógrafa más conocida de su tiempo.

File:Emma Barton - The Awakening.jpg
"El despertar" (1903; impresión de carbono).

Respecto a sus influencias, es patente, y ella así lo contó, tanto la de los prerrafaelitas -cuya importancia el en arte británico del último siglo y medio sea mucho mayor de lo que podría pensarse y que, realmente, se piensa hoy en día-, y el movimiento "Arts and Crafts", de William Morris, parte de la Hermandad, pero con ideales artísticos, y sobretodo políticos y sociales, distintos al resto de miembros, y que, además de pintor, poeta y arquitecto -aunque, en ningún caso, durante mucho tiempo-, se dedicó a lo que él llamaba "la nueva artesanía".
A partir de 1918, dejó de exhibir, y sólo se dedicó a fotografiar a su familia, retirándose a la isla de Wight -en el Canal de la Mancha, entre Inglaterra y Francia- en 1932.
Pasado un tiempo, su trabajo fue publicado en un libro, "Luz solar y sombra: las fotografías de Emma Barton. 1872-1938".

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"Primera comunión" (1914), de ambiente religioso, pero también un retrato íntimo.

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"El alma de la rosa" (1905), donde tal vez se vea más claro la influencia prerrafaelita.

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Y otra fotografía, cuyo título no encontré, que haría juego con la anterior.


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