Tintín en el mundo de Lovecraft (y otros destinos alternativos).
Una pequeña colección de portadas que nunca imaginó Hergé.
Hace tiempo que no escribo nada -incluso, acabé borrando alguna entrada que quedó a medias- así que he decidido, por la facilidad en que un blog personal también sirve a su usuario para buscar y "guardar" cosas que encuentra en la red, y que en caso de no tenerlo, no le quedaría más remedio que amontonar imágenes sin explicaciones correspondientes, o hacer un libro casero de curiosidades con el word o programas parecidos, el "coleccionar" aquí algunas portadas. Pero no unas cualquieras. A mí, el personaje de Tintín, sin haber sido nunca de mis preferidos en el mundo del cómic, si que me ayudó, en mi ya lejana infancia, -y junto a Asterix y Lucky Lucke; prácticamente, los tres únicos cómics franco-belgas conocidos y superventas en España desde hace ya muchos años- a ver más allá de los personajes, muy patrios e hispanos, de las revistas de la Editorial Bruguera -ya se sabe, Mortadelo y compañía-. Aunque ha ido quedando un tanto anticuado, no dejó de ser en su época un personaje atractivo, y con un mundo propio que crecía de álbum en álbum, aunque, como solía pasar en casi cualquier cómic anterior a, quizá, los años 80 o 90, son temporalmente fijos. O sea, que no envejecen, y raramente en una historia se hace referencia a aventuras pasadas, excepto si se trata de un arco argumental largo, dividido en varias revistas o entregas en revistas de diversos autores. Aún así, y a pesar de que los propietarios intelectuales -lamentablemente, creo yo, pues un personaje mundialmente famoso, del cómic o la literatura o el cine, da igual, acaba perteneciendo a todo el mundo- se han negado siempre a que salieran al mercado nuevas historias con también nuevos autores, eso no ha impedido que admiradores de todo el mundo -incluyendo grandes historietistas y portadistas- imaginaran, e incluso crearan de principio a fin, nuevas aventuras del joven periodista que no escribió crónica alguna, más allá de su primer trabajo en la Rusia de los soviets, y del que nunca conocimos ni afinidades políticas o religiosas -más allá de la defensa del bien sobre el mal; lo que no es poco hoy en día-, ni amores, ni familia, ni pasado más allá de sus historias con los otros personajes de sus álbumes... pero es que, en principio, Tintín iba dirigido solamente a niños y adolescente, y Hergé, como muchos otros autores de su época -y anteriores y posteriores a él-, pensó que aquello no tenía importancia, porque a su público, en teoría casi todo con menos de veinte años, no debía importarle gran cosa.
Aquí, pues, algunas de esas obras que, gracias a internet, son conocidas en todo el mundo, y que mezclan el un tanto ingenuo y luminoso mundo de Tintín con el más siniestro y terrible del genio solitario de Providence: el legendario H.P. Lovecraft.
Los seres anfibios ocultos la siniestra Innsmouth, emparentados con los habitantes híbridos de la ciudad; una visita a R'lyeh, la que duerme en las profundidades del océano; Herbert West como "mad doctor"... evidentemente, Lovecraft podría haber inspirado multitud de historias con Tintín como protagonista, igual que lo ha hecho a tantos y tantos autores de todos los ámbitos artísticos, tanto profesionales como anónimos y aficionados -yo mismo, por ejemplo-, y Muzski lo deja bien claro en estas geniales portadas.
*También existen aventuras alternativas de viajes que Tintín nunca realizó, pero que, como periodista, bien podría haber visitado los países en los que éstas transcurren:
En El Salvador, durante las guerras civiles que arrasaron Centroamérica, en la década de los 80.
En Bosnia, durante la guerra de los Balcanes.
La guerra civil del Líbano, en los 70 y 80, ahora parece lejana, pero en su momento era habitual en diarios y televisiones.
Está claro que aquí, no es periodismo lo que, después del 11-M, decide hacer Tintín.
En Dublín, como un típico irlandés (según la visión inglesa, muy probablemente), según Tynan.
Aunque pueda parecer lo contrario, esta aventura imaginaria en la República de los ayatolas la imaginó un persa, conocido como Zartosht Soltani. No debió hacerle mucha gracia a las autoridades de su país, porque resulta bien difícil encontrar su web personal, que cada poco tiempo desaparece, lo mismo que la web no oficial de los seguidores de Tintín en Irán, que tenían esta ilustración como estrella.
*Y siendo un personaje tan cinematográfico -sobretodo, desde la película de Spielberg-, resulta normal que protagonizara más de un film, incluyendo uno dirigido por este último:
El primer Iron Man, con el padre de Tony Stak vendiendo tal maravilla, y con el profesor Tornasol atento.
Después de la Luna, Marte.
Una aventura realmente espacial, mucho más allá de la Luna, que pisó antes que en 1969.
Una pesadilla muy Burtoniana en plena Navidad.
Spielberg, con un aventurero que, sin ser Indiana, también se enfrentaría a los dinosaurios de "Parque Jurásico".
*Además de algunos viajes por Europa que parecen haberle sentado demasiado bien:
Peleas con hooligans ingleses, de borrachera por la Barcelona canalla, y en una siniestra estación ferroviaria. ¿Según Dran, Tintín optaría por el periodismo social, o el alternativo?
*Incluso, una visión de un Tintín algo más adulto y que, como algunos de sus seguidores, bien podría formar parte de una de las últimas "culturas urbanas" -lo de "tribus" ya hace tiempo que, al menos para muchos, ya pasó a la historia; un tanto despectivo sí que sonaba-:
Según Tynan, Tintín sería un prototipo de Hipster, o como también se les llama en España, un "gafapasta".
No hay comentarios:
Publicar un comentario