viernes, 31 de julio de 2015

Los prerrafaelitas (XXIII): Anthony F. A. Sandys, y su hermana Emma; retratistas de todo tipo de mujeres.

Un personaje tal vez menor, pero que destacó por sus retratos de féminas de toda naturaleza.


Muchas visiones de la individualidad femenina.

El tema femenino, en el sentido de representar, de pintar, a la mujer, de forma individual, en primer o segundo plano -sobretodo esto último, de medio cuerpo-, o bien en tercer plano, casi siempre integrada en determinado espacio -jardines, bosques, reconstrucción histórica de tal o cual ciudad o pueblo sin nombre, sino prototípico de determinada época-, era algo no ya habitual entre los prerrafaelitas, sino una de sus características básicas. Y en no pocas ocasiones, no era una, sino varias, fueran parejas, tríos o grupos, los pintados. Uno de los autores que más optaron por lo primero, por pintar a féminas de diversos orígenes o clases, fue Anthony F. A. Sandys.
Anthony Frederick Augustus Sandys (Norwich, en Norfolk, costa oriental de Inglaterra, 1829- Londres, 1904) fue pintor, ilustrador, pero también delineante. Se centró en el retrato femenino, como ya se ha dicho, sobretodo por el segundo plano -lo que llamaríamos "medio cuerpo", o hasta la cintura-, y por los personajes mitológicos, en sentido amplio, donde en ocasiones también optaba por el tercer plano, o cuerpo entero. Estudió en la Escuela de Diseño de Norwich, su ciudad, donde ingresó en 1846, y en 1899 se convirtió en miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Internacional de Escultores, Pintores y Gravadores, organización conocida popularmente como La Internacional, donde artistas de distintas nacionalidades fomentaban la popularización del arte en general, organizaban exposiciones -tanto de socios como de artistas externos-, y fomentaba la unión entre los pueblos mediante el lenguaje internacional del arte, y que fue fundada por el pintor estadounidense James Abbot McNeill Whistler, su primer presidente, al que sustituyó a su muerte el escultor francés Auguste Rodin. Lamentablemente, esta liga de artistas sólo existió entre 1898 y 1925, y fue popular sobretodo en Gran Bretaña, pues la mayoría de sus miembros, y de las exposiciones y actos que realizaron, fue en ese país. Aún así, el hecho de formar parte del Comité Ejecutivo significaba ser no sólo un artista de valía, sino también una persona con carácter y capacidad de representarse no sólo a sí mismo, o a una corriente artística, sino a un movimiento pan-artístico encomiable, aunque no durase demasiado.
Sandys nunca fue un pintor demasiado popular. No era tan conocido como su amigo Rosseti, o contemporáneos de ambos, ni tampoco pintó demasiados cuadros, comparados con la mayoría de los demás prerrafaelitas. Era, eso sí, una persona culta, que buscaba en la mitología -grecolatina o céltica- y en los mitos artúricos, todo tipo de influencias o ideas, además de intentar ser, dentro de lo que cabe, más o menos fiel a cómo debían ser  los personajes, históricos o legendarios, que representaba en sus cuadros.
Como grabador, tal vez no pudiera aumentar su fama, pues en general la obra era más conocida que su creador, pero sí que le permitió ganarse bien la vida. No fue un caso aislado. La ilustración y el grabado eran una salida laboral bastante bien pagada -dependía también de la suerte, o del estilo de cada autor- para no pocos pintores que habían conseguido un éxito relativo o no muy amplio entre público y crítica -o quizá sí entre los críticos, y entre otros artistas, pero no entre el público; sobretodo, entre el que tenía suficiente dinero como para hacerles encargos o interesarse por su trabajo-.

File:Medea-Sandys.jpg
"Medea" (1868), princesa del reino de la Cólquida, en la costa de la actual Georgia, esposa de Jason, el de los argonautas, y mas tarde bruja o hechicera -o eso cuenta la leyenda-, es uno de los personajes femeninos más importantes y potentes de la mitología griega, tal vez por no ser una diosa, sino una mujer de carne y hueso, que se enfrenta a todo con su inteligencia, aunque también acabe cometiendo locuras. Sandys intentó representarla de una forma más real que mágica, por considerarla también más terrenal que a una diosa.


María Magdalena (1860), en una visión quizá no tan ortodoxa, pues el autor no quiso representarla como un personaje "santificado".


Morgana (1862), la hermana del rey Arturo. En general, los prerrafaelitas gustaban de retratar a todo tipo de mujeres. Lo mismo santas o la misma Virgen, como a diosas u otros personajes femeninos, incluidos algunos no del todo humanos, de la mitología greco-latina, pero también de la céltica -o neo-céltica-, como la Morgana del mito artúrico.


"La reina Eleonor" (1858), esposa del rey de Inglaterra Enrique II, tiene toda una historia detrás. Como estaba celosa de Rosamunda, la amante de su marido el rey, éste, que no se fiaba de su esposa, decidió esconderla en un laberinto, y tan complicado resultaba no perderse en él, que para llegar a su amor secreto debía guiarse con un cordón rojo. Y eso es lo que hace la reina, siguiendo el cordón -en su mano izquierda, en la esquina abajo a la derecha del cuadro- desea llegar donde está Rosamunda, para, después de matar al guardia con un puñal, que lleva en la misma mano en la que aguanta el cordón, obligar -o quizá engañar- a la amante de su marido haciéndole beber de la copa, con agua o vino -no se sabe bien- en que ha vertido veneno.


File:Danae in the Brazen Chamber - Frederick Sandys.jpg
"Danae en la cámara de bronce", grabado en madera. Uno de los más representativos de la habilidad de Sandys en este difícil arte -hoy casi olvidado, por cierto-.

File:The Death of King Warwulf - Frederick Sandys.jpg
"La muerte del rey Warwulf" (1862), donde sabe representar la sensación de movimiento, con esos remolinos de agua que parecen llamas que amenazan con devorar al monarca.


Anthony tuvo una hermana, Emma Sandys (1843-1877, en Norwich), que obtuvo cierta fama, debido a sus retratos de mujeres, normalmente niñas o jóvenes, muchas veces con ropajes medievales o, en general, históricos.. Parece que su padre, Anthony Sands -la familia añadió más adelante, en 1853, una "y" a su apellido, a saber por qué razón, a no ser para diferenciarse de los diversos Sands contemporáneos suyos-, y más adelante, de su hermano, y del amigo de éste, Dante Gabriel Rossetti, que parece que conoció y tuvo amistad, o al menos contacto, con una parte importante de los prerrafaelitas. Parece que empezó a pintar en serio -una técnica más o menos depurada, posibilidades de exponer, aunque tuviera que esperar todavía un tiempo- en 1863, y a exponer entre 1867 y 1874. Al contrario que su hermano, su vida artística, y personal, se mantuvo en Norwich, aunque resulta bastante creíble que, en los viajes que hacía para visitar a su hermano a Londres, pasara temporadas, donde practicara y mejorara su técnica a su lado. Sin embargo, aparte del hecho de ser mujer, que siempre era un peso a la hora de dedicarse al arte -se podía entender que las mujeres pudieran ser escritoras, o al menos, que escribieran sobre ciertas cosas, pero que se dedicaran en serio a la pintura o la escultura, resultaba como mínimo chocante, por no decir que, simplemente, no se les tomaba demasiado en serio- Emma no pudo dedicar demasiado tiempo a su pintura, pues murió muy joven, con treinta y cuatro años.

"Fiametta", de fecha no conocida, aunque debió pintarla entre 1867 y 1874.

"Sueños placenteros", más o menos de la misma época.

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