miércoles, 10 de agosto de 2016

Los amantes de Hasanlu: aparentemente, tan vivos como hace veintiocho siglos.

Un descubrimiento arqueológico que no cambiará la visión de la historia, pero sí demuestra que la gente no ha cambiado tanto a lo largo de esta.


En un rincón del noroeste de Irán, parece que hubo una pareja que mucho se amó.

Esta es la pequeña historia de un descubrimiento arqueológico, acaecido en el asentamiento arqueológico de Teppe Hasanlu, cerca del pueblo del mismo nombre, Hasanlu -aunque no he encontrado la traducción de teppe, probablemente hace referencia, en turco o azerí, una lengua túrquica muy parecida a este, a una colina artificial, bajo la cual existe una población o gran edificio enterrados-, en el valle de Solduz. ¿Y dónde se encuentra eso? En el Azerbaiyán iraní, en el noroeste de Irán, al sur del Azerbaiyán independiente y ex-soviético.
Se trata de dos esqueletos humanos, un hombre y una mujer, más o menos de la misma edad, y también, se señala, de la misma altura. Pero en realidad, o que llama más la atención es el cómo se encuentran colocados en lo que sería su tumba. Están abrazados, como dos amantes que saben que les espera una muerte segura, y que les llegará a ambos más o menos a la vez, ocultos, pero también, seguramente, prisioneros del destino, de la tierra que no les deja ir, o de algún tipo de peligro que no les permitía saliri al exterior. Se diría, incluso, que ella muere sobre el hombro de él, o que lo último que hicieron vivos fue besarse para despedirse para siempre. O para reencontrarse en otro lugar, sin guerra ni violencia.De todo ello, viene el nombre que los arqueólogos, la prensa, y finalmente cualquiera que conozca su historia, le pusieron: "Los amantes de Hasanlu".
El par de esqueletos fueron encontrados en 1972, y se piensa que debieron morir en el 800 a. C. En aquellos tiempos, el llamado -por los historiadores y arqueólogos, no por los que vivieron aquella época, se entiende- Nuevo o Tercer Imperio Asirio había llegado a su máxima expansión, pero también estaba muy cerca su fin, ante la invasión de los medos, y la rebelión de los caldeos, o sea, de Babilonia. Sin embargo, aunque no se sabe bien hasta donde llegaron las fronteras asirias, y que debió ser más lejos de lo que en principio se pensó, cabe dudar de que llegaran a conquistar un territorio tan alejado como el actual Azerbaiyán iraní, demasiado al este para que las tropas asirias hubieran llegado. A menos que se tratara no de una invasión conquistadora, sino de una expedición de castigo, para debilitar un enemigo demasiado poderoso para ser sometido.
Y respecto a la razón por la que ambos jóvenes debieron morir... todo es un misterio, conjeturas. Es posible, dicen algunos, que se escondieran allá huyendo de la destrucción de la población donde vivían, y que bien un hundimiento de la tierra, o la imposibilidad de salir, hiciera que quedaran sepultados, y al darse cuenta de ello, se abrazaran y esperaran el momento final lo más unidos posible, aunque no hay nada que demuestre que pudieran -o supieran, o quisieran- darse muerte voluntariamente, para así fallecer ambos al mismo tiempo. Es de suponer, por lo demás, que debieron morir por falta de oxígeno, y la diferencia entre el fallecimiento de uno y otro sería escasa. Otros creen, sin embargo, piensan que aquello, más que un escondite improvisado -y finalmente mortal-, fue un lugar donde huyeron de algo, o de alguien, por no poder vivir junto y en paz sobre, y no bajo la superficie de la Tierra. Es ahí, donde sí se cree que pudieran haber muerto al mismo tiempo, y, seguramente, tras haber injerido algún tipo de veneno -y al no haberse encontrado recipiente alguno, tal vez dicho brebaje lo consumieran antes de llegar allá-. 
Si fueron unos antecesores de Romeo y Julieta, o de Alí y Nino, o de Mem y Zîn, de los que también escribí en su momento, o si se trató de una pareja que sí pudo amarse a la vista de todos, pero que sufrieron la devastación de la guerra -tal vez, por la región y la época, más que una expedición asiria lejos de su territorio, una de conquista por parte de los cada vez más poderosos medos, preparándose para el asalto final a Nínive y Assur-, seguramente nunca se sabrá. Pero algo sí es cierto: aquellas dos personas fallecieron juntas, y en brazos la una de la otra. No les sirvió para salvarse, o para vivir como ellos habrían querido, pero hasta la hora de partir, estuvieron al lado del ser más querido.

Hasanlu_Lovers
"Los amantes de Hasanlu", según una fotografía del Museo Penn -Museo Arqueológico de Pennsilvania-.

Donde se encuentra Hasanlu -más al este, pero paralelo a la ciudad palaciega de Nimrud, en Asiria-. En aquellos tiempos, la región debía estar en manos de los medos, o bien estaba a punto de ser sometida por ellos.



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