domingo, 25 de octubre de 2015

La recta final de las obras de la Sagrada Familia: un vídeo donde se le ve "crecer", y su aspecto final.

En minuto y medio, el avance de las obras de la obra de Gaudí, hasta 2026.


Una pequeñoa entrada de una gran obra, que merece algo más.

Por falta de tiempo, no he podido escribir ninguna entrada larga, pero la prensa e internet siempre puede dar ideas sobre otras nuevas, incluyendo algunas cortas. En este caso, parece que ya están planificadas las obras de la Sagrada Familia de Barcelona, la obra cumbre de mi conciudadano Antoni Gaudí, que, en principio, deberían acabar en el año 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de su creador, atropellado por un tranvía, yendo como iba siempre despistado, y con la mente en sus cosas, o sea, en las obras de su proyecto más extraordinario, donde no sólo se pasaba el día trabajando, sino donde acabó viviendo.
Entre otras cosas, se ha hecho este vídeo en 3D, de apenas minuto y medio, pero donde se puede comprobar como avanzarán dichas obras, hasta su finalización en dicho año, aunque también se ha dejado claro que, si estas se retrasaran uno o dos años, después de cerca de siglo y medio -las obras comenzaron en 1882, así que hasta el 2026, serían unos 144 años, más o menos-, tampoco tendría que pasar nada. No es cuestión de ir con prisas, y dejar algo a medio hacer.

El vídeo donde, en minuto y medio, se puede ver la transformación del edificio, la gran obra de Gaudí, hasta 2026 -si se cumplen los plazos previstos-.

Una visión de cómo podría ser la Sagrada Familia, una vez finalizada.

Iniciada en dicho año de 1882 por el arquitecto diocesano Francisco de Paula del Villar, a la muerte de éste en 1883, se encargó a Gaudí, que contaba apenas con 31 años de edad, y con cierto renombre, pero todavía con muchos trabajos por hacer, el proseguir las obras, y siguió con ellas hasta su muerte, en 1926. Y a partir de ahí, no pocos arquitectos prosiguieron con tal difícil pero apasionante reto: el proseguir con uno de los edificios todavía por finalizar más extraordinarios, hermosos, complejos y conocidos del mundo.
Siendo en principio de estilo neogótico, de moda en la Barcelona de la época, Gaudí, artista único e inclasificable -siendo como es el mejor ejemplo de arquitecto modernista, su estilo es tan inconfundible como rompedor e inimitable-, decidió replantear el aspecto de éste al completo: más que modernismo, sería un edificio que iría improvisando a medida que fuera creciendo, como si fuera poco menos que una criatura viva, un ser en continuo crecimiento, que nadie, ni él mismo, podría explicar, y explicarse, cual sería su concepción final.
Respecto a la expresión "expiatorio", vendría a significar que no se ha construido nunca a base de ayudas o inversiones públicas, de ninguna administración, sino con donativos y, en los últimos años, con las entradas de los numerosísimos visitantes de todo el mundo que lo visitan casi a diario. Gracias a esos ingresos, entre otras cosas, las obras han podido avanzar tanto en las dos últimas décadas.


La Sagrada Familia por dentro. Su interior ha sido en gran parte acabado en los últimos años, y es, sin duda, extraordinario de ver. Y puedo asegurar -por haber estado allá- que ninguna fotografía es comparable al verlo en persona.

La basílica, en una fotografía reciente.

O cómo dijo el mismo Gaudí: "El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia lo hace el pueblo y se refleja en él. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo".




No hay comentarios:

Publicar un comentario