Los prerrafaelitas (XXXIV): Charles William Mitchell, entre el academicismo y el prerrafaelismo. El retratista de Hipatia.
Seguidor de la Hermandad, aunque cercano a formas más clásicas, considerado un Waterhouse menor.
Ser comparado con un genio contemporáneo tuyo, no está tan mal. Excepto si pierdes tu propia identidad.
Charles William Mitchell, ciertamente, no fue en vida, ni tampoco tas su muerte, lo que se dice un artista demasiado conocido, pero tampoco sería cierto decir que pasó sin pena ni gloria en su momento, en una época en que, tanto en su país, como en toda Europa, la pintura contaba con una auténtica legión de creadores, algunos más clásicos, otros más rupturistas, o incluso revolucionarios, pero que, una vez que unos contaban ya con una edad, otros se añadían, cuando el equivalente a sus maestros,o antecesores, todavía no habían dejado los pinceles.
Mitchell nació en Newcastle, en el norte de Inglaterra, en 1854, y falleció en 1903, y fue contemporáneo de John William Waterouse, que parece haberle influido más que cualquier otro artista de la corriente prerrafaelita -o de cualquier otra-, pues su estilo y temáticas son parecidas. No llega, sin embargo, a la originalidad y a la técnica, al atractivo, del que se podría considerar, si no su maestro -porque no lo fue-, sí su ejemplo a seguir. Quizá eso, el parecerse, o quererse parecer tanto, a un artista de su misma época, hizo que, años después, su imagen y su obra desaparecieran bajo la sombra del mejor de los dos.
Su obra más famosa -la única que realmente llegó a serlo-, fue su "Hipatía", finalizada, o al menos mostrada en público, en 1885, y que podría haberse inspirado en la novela por entregas de Charles Kingsley "Hipatía, nuevos enemigos con rostro antiguo". Actualmente, dicha obra se encuentra en el Laing Art Gallery. Antes de la película de Amenabar, o de que Hipatía tuviera, no un capítulo, ni tan siquiera un párrafo, o una simple anotación a pie de página, Mitchell dio rostro a la redescubierta filósofa greco-egipcia, mártir de la razón frente al fanatismo religioso. Físicamente, es una mujer pelirroja y de piel clara, que asemeja más ser inglesa o escocesa que mediterránea, si bien Hipatía, étnicamente hablando, debía ser de origen griego o greco-macedonio, sin origen egipcio autóctono alguno. El resto de su obra no llegó a ser tan conocido en su momento, y hoy en día, se encuentran en varios museos, aunque raramente son reconocidos por los visitantes, que necesitan de algún cartel para conocer tanto su título, como su autor.
La "Hipatía" de Mitchell, de 1885. Antes de él, la filósofa sólo era conocida por una novela por entregas, un folletín, donde la realidad histórica brillaría por su ausencia. Hoy en día redescubierta y admirada, es más conocida por su muerte, y como símbolo de los peligros de la razón y la civilización cuando los fanáticos quieren hacerse con ellas, que por su cultura y conocimientos maemáticos y astronómicos.
"El vuelo de Boreas con Oreitia" (1893). Boreas era el nombre del viento del norte, y tomó a Oreitia, una humana de la que se enamoró -o que, simplemente, deseaba- por la fuerza, violándola a continuación, y teniendo con ella dos hijas y dos hijos. Estos últimos serían Calais y Zetes, que ya adultos, se unirían a Jasón y los argonautas, en su viaje a la Cólquida, a la búsqueda del vellocino de oro.
"El espíritu de la canción", o la personificación de la música en forma de personaje semi-divino, o diosa menor de nombre olvidado, de raíz griega clásica.
"A casa con gloria" (década de 1890). Sería una traducción libre, y representaría el retorno de los héroes victoriosos a casa, a la espera de ser recibidos como se merecen, y que los poetas y artistas plásticos representen sus hazañas como se merecen.
Y una cosa más: he intentado encontrar más información, más allá de la wikipedia, pero ha resultado una tarea infructuosa. Así que, en caso de averiguar algo más sobre Mitchell y su obra, lo iré añadiendo a la entrada. Y lo mismo cuando encuentre más cuadros, conociendo previamente el nombre, si se puede, el año en que fueron finalizadas, y qué o a quién representan. Aparte de estar seguro de su autoría, claro está.
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