El planeta de los simios: fotos de cómo se hizo la película original, e ilustraciones y carteles basados en ella y la novela. Monos a mogollón.
A falta de tiempo para algo más largo, una entrada corta, sobre la novela y la película de los 70.
Bien, a la vista está que, debido a estudios, entrevistas y búsquedas más o menos infructuosas de trabajo, y asuntos personales varios, no he tenido, lo que se dice, todo el tiempo del mundo para dedicarme al blog. Y el hecho de que realmente, tampoco sea un bloguer muy activo que digamos, ha hecho que, en los últimos días -últimos y bastantes, por lo demás- sólo haya hecho una entrada, dedicada a otro de esos pintores lamentablemente poco conocidos que ha dado mi ciudad al mundo: el señor Llovera. Así pues, aprovechando un rato libre, y teniendo en cuenta las dificultades de un ordenador que no da más que problemas, opto por una entrada rápida de hacer. Aprovecho que, por fin, leí la novela original de "El planeta de los simios", para ir buscando por internet -si uno se mete es facebook, y se pasa un buen rato mirando, a partir de títulos de películas o novelas, autores varios, o palabras clave, te puedes encontrar casi de todo- ilustraciones, fotos, o carteles de los distintos largometrajes, sobretodo, los dos primeros: "El planeta de los simios" (1968), y "Regreso al planeta de los simios" (1970), ambos protagonizados por Charlton "rifle" Heston, que sería un poco facha y todo lo demás, pero que, la verdad, era un actor de los que imponía. Todo masculinidad y pelotas -y eso lo dice un hombre heterosexual, pero lo que es, pues eso, es-. En otra ocasión, con más tiempo, quizá me dedique a hablar un poco más en profundidad de las distintas películas, tanto de las antiguas (años 60 y 70), como de las actuales (la de Tim Burton, y la última, "El origen del planeta de los simios", de 2013 -en mi opinión, bastante mejor que la de Burton, aunque éste consiguiera una ambientación de la sociedad simio realmente interesante), y la próxima, todavía por estrenar, y que, por lo visto, promete bastante.
Ahora, unas cuantas de esas fotos, con alguna que otra explicación, en caso de tenerla, claro:
Un cartel de la primera película (1968). No sería el cartel principal -en grandes estrenos, se hacen varios-, pero presenta a los personajes principales.
Uno de los muchos carteles que se han ido realizando mucho después por artistas seguidores incondicionales de "mundo simio". El "Alamo Drafthouse", sería, para entendernos, la oficina de reclutamiento de dicha ciudad tejana, porque, después de ver las pelis, nos convencemos de que no hay soldados como estos gorilas -más o menos- inteligentes.
Más abajo, carteles de la tienda "Momo", especializada en todo tipo de carteles de toda película de fans imaginable, realizados por los mejores artistas, especialmente para dicha tienda, y que es un auténtico santuario para los cinéfilos y fanáticos de la ciencia-ficción, el terror, la fantasía, la aventura, y lo que haga falta. Lo más original, es que no son, realmente, carteles de dichas películas, sino que los ilustradores los crean a su gusto, y según su estilo normalmente -tratándose de películas con sus años-, más moderno y rompedor que el original.
Otra reinvención, de "Retorno al planeta de los simios" (derecha). Y una batalla inter-simios (izq.).
Dos carteles alternativos de "la conquista...", y "Huida del planeta de los simios".
Y aquí, un par de carteles para el mercado japonés, donde las letras, en horizontal y vertical, en hirayana, katakana -los dos alfabetos básicos japoneses- o con kanjis -ideogramas que, por sí mismos, son una palabra, o parte de ella- están por todas partes. No deja de ser curioso que, en un país donde la ilustración tiene tanta importancia, en un cartel basado lo mismo en fotos como en dibujos, el texto tenga tanta preponderancia.
Durante el rodaje de la primera película, que fue un hito de la ciencia-ficción por su originalidad y, aunque a veces no se tenga en cuenta, su trasfondo político, religioso y filosófico -que se ha ido perdiendo en películas de género posteriores, donde se dejaba de lado lo de hacer reflexionar al espectador, para dar paso al espectáculo puro y duro, que está muy bien, pero siempre que no sea el estilo preponderante casi sin alternativa-, grandes fotógrafos de la agencia Magnum hicieron todo tipo de fotografías para revistas, de cine o generalistas, que estuvieron casi olvidadas durante décadas, hasta su "rescate" -así se podría llamar, más que "recuerdo"- por parte de internet. Ver a aquellos terribles simios, moviéndose a sus anchas por el mundo humano -donde son tomados, como se ve, no como amenaza, sino más bien como curiosidad, o, algo tan norteamericano, como novedad y moda-, no deja de tener su gracia. Aparte, claro, el ver cómo se movían los actores transformados en monos detrás de las cámaras. Dennis Stock sería el fotógrafo responsable de la mayoría de ellas -parece que hubo alguno más, pero no encontré el nombre-:
Un simio interesado en fotografiar a un miembro de la "especie inferior humana".
Un humano trabajando delante de unos simios de pega -no son sus señores, hay que aclararlo-.
Otra foto Magnum, de Dennis Stock, "la bella y la bestia -bestia culta, eso sí", juntos frente al mar.
Peinando al niño mono que, como todos los niños, no parece muy amigo del peine.
"Me siento raro, entre esta gente sin pelo".
Investigando sobre los artilugios humanos.
Una ilustración moderna -en su momento puse que no conocía al autor, y es el alemán Bastian Kupfer; gracias a Drax, lector del blog, que me informó sobre ello- sobre una de las últimas ediciones de la novela.
Varios de los muñecos inspirados en la película, como se hizo también, hasta la saciedad, con "La guerra de las galaxias".
Cartel rumano de la película. Pero vamos a ver, ¿es que no estaba bien el original? ¿Qué clase de delirante estilo comunista-carpático al gusto del conducator Ceaucescu es esto?
Y aquí, un cartel -claramente setentero, y un tanto psicotrópico- de la extinta Checoslovaquia.
Un cartel de una versión -realmente, no existente- animada de la película, por Ive Bastrash, que ha hecho el mismo trabajo con otras muchas.
Un cartel moderno, donde el hombre es un "eslabón perdido", porque, realmente, perdido se encuentra, frente a simios inteligentes.
Cartel rumano de la película. Pero vamos a ver, ¿es que no estaba bien el original? ¿Qué clase de delirante estilo comunista-carpático al gusto del conducator Ceaucescu es esto?
Y aquí, un cartel -claramente setentero, y un tanto psicotrópico- de la extinta Checoslovaquia.
Un cartel de una versión -realmente, no existente- animada de la película, por Ive Bastrash, que ha hecho el mismo trabajo con otras muchas.
Un cartel moderno, donde el hombre es un "eslabón perdido", porque, realmente, perdido se encuentra, frente a simios inteligentes.
Bueno, pues la próxima vez, más, y en más cantidad. O eso creo, que no soy adivino.
La ilustración moderna que adjuntas es del ilustrador alemán Bastian Kupfer para www.fabulantes.com. Gracias por el material, es bueno y abundante!
ResponderEliminarGracias por la información. Internet está llena de ella, pero no siempre encuentras lo que quieres. Y perdón por no contestar antes, pero es que no le dedico el tiempo que querría al blog, y se me escapan cosas.
ResponderEliminar