lunes, 4 de agosto de 2014

Anexo II a la ciencia-ficción francesa: "París duerme" -"Paris qui dort"- (1925). Quizá, el primer film de cf francés.

Como segundo anexo, el que quizá sea el primer trabajo cinematográfico -un mediometraje de poco más de media hora- de cf hecho en Francia. 


Como bien dicen el título y el subtítulo, este es el primer film hecho en Francia -y Bélgica- que, aunque sea un poco cogido por los pelos, puede considerarse de ciencia-ficción. O más bien, como diría Maurice Renard, de "científico-maravilloso", porque claramente se puede ver la influencia del folletín, pues la historia se las trae.
Se trata de la primera película del autor vanguardista René Clair, que usaba muy a menudo la sátira para criticar la sociedad o, simplemente, realizar comedias donde se mezclan una ciencia más bien poco -o nada- creíble, y las aventuras de unos personajes, como los de esta "París duerme" que, en lugar de horrorizarse al ver cómo el mundo ha sido víctima de un extraño fenómeno, aprovechan para pasarlo bien, o, simplemente, aprovechar la situación: recorrer tranquilamente la ciudad, donde todo el mundo ha quedado, más que dormido, congelado y sin movimiento; trasladarse en los vehículos de los demás sin problemas -el protagonista que aparece al comenzar la película, claramente es un pobre tipo sin un céntimo, así que es normal que se aproveche-; comer y beber gratis en los restaurantes más caros, e incluso robar a un ladrón al que, por poco, alcanza la policía.
Finalmente, todo tiene -dentro de lo que caben, en el mundo del folletín, aquí llevado al cine- una explicación, en forma de "evil doctor", aunque aquí, más que científico malvado, más bien sería un profesor loco que no tiene otra cosa que hacer que experimentar, aunque, más que para hacer daño a los demás, por el simple gusto de demostrar lo inteligente y genial que es.
Pues eso, una comedia de poco más de media hora, original, que no se hace pesada -a pesar de tener casi noventa años, que se dice enseguida- y sin apenas carteles con subtítulos -están en francés, pero apenas hay que leer, y la historia se entiende con facilidad-.
No es mucho, teniendo en cuenta la variedad de personajes y obras de otras entradas sobre la cf francesa, en cine o literatura, pero como el primer anexo, más bien es el deseo de ir completando, con nueva información que se va encontrando aquí y allá. Al menos, ahora puedo copiar los vídeos, que antes, ni eso sabía -cosa de principiantes-.


Aquí, el video con la película al completo. La colgó un ruso, pero los subtítulos están en francés.


Clair no sólo era vanguardista en ideas -más bien, continuaba y actualizaba otras de compatriotas suyos-, sino, sobretodo, a la hora de experimentar a la hora del filmar. En exteriores, y en el monumento más conocido de París.


Una imagen de la película, rodada -realmente- en la torre Eiffel.

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